y es que los clones nunca pierden la oportunidad. Cogen lo que no es suyo, y de nada. Aún recuerdo la canción del ratoncito asustado que cruzó por el salón al lado del gato que se hacía el dormido y movía la cola.
y es que los clones nunca pierden la oportunidad. Cogen lo que no es suyo, y de nada. Aún recuerdo la canción del ratoncito asustado que cruzó por el salón al lado del gato que se hacía el dormido y movía la cola.