ubicado en un barranco espectacular. A unos 850 metros de altura desde el mar. Cuevas naturales, brezo, cardos y alguna lavanda despistada. Se divisa un manto azul inmenso; entre barrancos discurre este caminar, con aires de montaña y vuelos de grajas por el pinar. Un picnic debajo de un pino, una siesta a ras y un suspiro, ah, para respirar y disfrutar.
