y es que para mí, es como leer libros. Desde pequeña, te recostabas en la arena, o en el pinillo, o en las grandes piedras y mirabas hacia arriba y millones de lucecitas brillaban y resplandecían en esas noches tan plácidas y cautivadoras. Y te pasabas horas y horas, con tan bello espectáculo. Y ahora de mayor, al igual que con los libros, te recuestas y te dejas llevar en esa inconmesurable inmensidad.
Mirando a las estrellas, al universo!